Guerrero sin Hambre ha sido la versión guerrerense de la política pública federal llamada “Programa Especial de Seguridad Alimentaria” o PESA. Guerrero sin Hambre (PESAG en adelante) ha tenido como objetivo básico atacar las causas de la pobreza estructural en las regiones más marginadas del estado a partir de dos acciones: dotación de activos productivos y de capitales físico, humano, ambiental y financiero a los hogares pobres del estado. Ello con el fin de mejorar de manera sustentable la situación alimentaria de los productores más pobres de Guerrero a partir del crecimiento de su producción para el autoconsumo en los sistemas de milpa y traspatio y del aumento de su ingreso monetario a través de la venta de sus productos y de su inclusión en el sistema financiero con base en el establecimiento un sistema de microfinanzas. Los beneficiarios han sido un subconjunto de la población rural de Guerrero atendida por Oportunidades (el programa federal de combate a la pobreza) para sumarle a éste apoyos para el mejoramiento productivo y para el acceso a servicios financieros de los hogares.
En principio, los apoyos a beneficiarios del Programa son por tres años con la expectativa de que en ese tiempo hayan logrado mejorar su producción, capitalizarse, fortalecer sus capacidades e insertarse en el sistema financiero.
Para evaluar si el PESAG está cumpliendo con sus objetivos, en 2009 realizamos una evaluación de su impacto a partir del método llamado Propensity Score Matching (PSM en adelante). Para ello se levantó una encuesta en la que se entrevistó a dos grupos representativos de hogares en el medio rural guerrerense: el primero de beneficiarios (tratamiento) y el segundo de no beneficiarios (control) con características similares, seleccionando aleatoriamente a hogares del padrón de Oportunidades en localidades que no contaron con el PESAG. La encuesta se basó en la formulación de preguntas sociodemográficas, sobre actividades productivas, fuentes de ingreso y, para los beneficiarios del Programa, sobre los detalles de los apoyos recibidos para el periodo de septiembre de 2007 a agosto de 2008.
Principales hallazgos
Los resultados de la evaluación sugieren que el enfoque de PESAG en aspectos productivos puede complementar de manera eficaz la asistencia social brindada por Oportunidades, especialmente para los hogares en pobreza extrema que difícilmente son atendidos por otros programas públicos de fomento productivo y acceso al crédito. O sea que, nuestra conclusión general es que el Programa ha demostrado tener un progreso adecuado para alcanzar los objetivos planteados en su diseño.
En términos más específicos, concluimos que el énfasis del programa en su conjunto se encuentra en la agricultura, y que es ahí donde encontramos los efectos positivos más significativos. También contamos con cierta evidencia de que el PESAG completo tiene efectos en el ingreso neto ganadero y fuerte evidencia de que sí los tiene sobre el ingreso neto surgido de las actividades de traspatio de los hogares beneficiados. Los resultados sobre el efecto significativo de PESAG en los ingresos agrícolas y de traspatio indican que el Programa ha logrado cumplir con el objetivo fundamental de dar impulso los ingresos de los hogares beneficiados, al menos de los que provienen de estas dos actividades.
Otras metas básicas del PESAG han sido aumentar los ingresos no monetarios, por autoconsumo, y monetarios a partir de ventas agropecuarias y de bienes obtenidos en el traspatio. Nuestros resultados muestran que estos objetivos se han cumplido ya que los impactos en el autoconsumo son positivos y significativos, y lo mismo se aplica a las ventas agrícolas, ganaderas y de traspatio.
La extensa literatura sobre alimentación muestra que la vinculación entre el ingreso y la nutrición es compleja; por ejemplo, un aumento en el ingreso puede destinarse a mejorar la calidad de la alimentación familiar o para la ingesta de más calorías. En cuanto al efecto de PESAG en la alimentación encontramos que el Programa aumentó el consumo total de calorías per cápita en los hogares tratados. Entre las distintas clases de grupos de consumo calórico, hallamos que el impacto positivo más consistente del PESAG es el que corresponde a la alimentación proveniente del consumo de carne de aves, mientras que el efecto en el consumo de calorías de cereales y raíces, aunque positivo no es consistentemente significativo.
Resultado adicional es que PESAG ha tenido impactos significativos en el rendimiento del maíz y en la producción, el autoconsumo y la venta de huevo.
Asimismo, nuestra evaluación constata la importancia del acceso a servicios financieros para los hogares rurales muy pobres, destacando el resultado de que los impactos más significativos, positivos y consistentes están asociados con los componentes crediticios de PESAG. A lo anterior hay que agregar los efectos positivos y significativos del componente de microfinanzas en el ingreso neto total de los hogares tratados, a los cuales se le suman los impactos positivos en el ingreso agropecuario. Los hallazgos sugieren lo acertado del componente de microfinanzas del PESAG y, en general, que la provisión de acceso al crédito debería ser parte integral de los programas de apoyo para los hogares rurales pobres.
También encontramos que PESAG ha causado una disminución de los niveles de pobreza de los hogares beneficiarios (especialmente la alimentaria).
Conviene añadir que nuestros resultados sugieren que la pobreza persiste en los hogares rurales guerrerenses beneficiarios de Oportunidades, pero que un programa enfocado como PESAG puede contribuir de forma valiosa y significativa a que la estrategia de Oportunidades sea más eficaz.
En síntesis, nuestros resultados muestran que a partir de un programa de corte productivo como PESAG sumado a Oportunidades, es posible generar la capacidad local para influir de manera positiva y sustentable en el bienestar de los hogares rurales más pobres de México.
Las malas noticias
Tomadores relevantes de decisiones en materia de políticas públicas al campo mexicano conocen los resultados de la evaluación externa de PESAG acá resumidos. No obstante en 2010 se canceló uno de sus componentes: el de microfinanzas, cuyos efectos han sido notables al facilitar el acceso de los hogares rurales pobres de Guerrero a los servicios financieros y, en consecuencia al promover el crecimiento de sus actividades productivas e ingreso. Desconozco las razones de tal decisión, así como el futuro de PESAG una vez que tome posesión el nuevo gobernador del Estado.
Frente a los retos que México tiene para lograr un desarrollo rural que incluya a sus pobladores pobres con opciones productivas y de ingresos lícitos, sería una lástima no sólo que PESAG desapareciera, sino también que la experiencia exitosa del Programa fuera ignorado en el diseño y puesta en práctica de programas similares en otras regiones marginadas del país.
Detalles de la evaluación en: http://www.coneval.gob.mx/contenido/entidades/6892.pdf
Antonio Yúnez-Naude es Director del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México